Las orejas prominentes son notables y, por lo tanto, a menudo se convierten en foco de burla y burla, a menudo en la infancia. Para evitar esto, muchos padres someten quirúrgicamente las orejas de sus hijos antes de que comiencen la escuela. Pero muchos adultos también deciden someterse al procedimiento más tarde.

Los especialistas en oídos y cirujanos plásticos han desarrollado varios métodos para colocar las orejas, que ahora son procedimientos de rutina. En la otopexia clásica, el médico tratante realiza una incisión detrás de la oreja, luego trabaja el cartílago de la oreja y luego le da forma con hilos de retención. Un procedimiento ligeramente menos invasivo es el método del hilo, en el que un hilo hecho de Prolene resistente al desgarro se inserta de forma invisible debajo de la piel con una aguja para doblar el antihélix, un pliegue en la aurícula, hacia atrás. En el método Earfold, se colocan pequeños implantes debajo de la piel a través de pequeñas incisiones, que se supone que dan forma al pliegue de la aurícula y así lo doblan hacia atrás.

No importa qué cirugía de oreja se utilice, pueden surgir riesgos o complicaciones. Los efectos secundarios comunes incluyen hinchazón, hematomas o dolor. Las infecciones o el entumecimiento son más graves. En casos individuales, pueden ser necesarios tratamientos posteriores, por ejemplo debido a asimetrías o problemas de cicatrización de heridas que surgen durante la curación. Prepárate para esta eventualidad y protégete con beautyprotect.

El ajuste quirúrgico de los oídos suele implicar relativamente pocas complicaciones y pocos riesgos. En la mayoría de los casos, el procedimiento se realiza bajo anestesia local, por lo que no es necesario tomar mayores precauciones con antelación, como ocurre con otras cirugías estéticas.